Victoria Villagrasa Sebastián, Mª Rosario García Bellido, Mª Fernanda Rey-Stolle Valcarce and Mª del Rocío Bonilla Quijada, directors of the Congress, developed a serie of conclusions:
We have witnessed a sample of the potential for creativity and innovation of the congress participants, with a set of initiatives and experiences, already proven in the classroom, to introduce innovative and imaginative aspects which contribute to the students' learning processes in an enriching way. An important reading is that "research in teaching" shows its fruitfulness. Committing to research and innovation in teaching proves to be a productive investment, although it is true that, as has been pointed out in recent days, it is very important to measure the final impact of each innovative initiative to ensure that the investment has been worthwhile.
The fact that we have been able to hold this congress on campus has allowed for a more direct exchange of experiences between national and international participants, as teachers from 15 countries have attended. In this third edition, we have been able to recover face-to-face contact which we truly missed in previous years.
We must highlight that this wave of innovation makes particular sense in a world in which we are debating what university teaching should be like after the changes brought about by the increase of telematics during the pandemic and, more recently, the emergence of artificial intelligence. What "added value" can and should we offer in our classrooms so that the learning process is efficient and appropriate in its results, while being perceived and recognised as a valuable activity for our users, primarily our students and society as a whole? This is a crucial question. Well, our III Congress has just proven that our professors’ "human intelligence" is in perfect condition to make the most of the new technological tools, which have become useful resources. Human intelligence and professionalism must be the driving force of our activity, capable of taking advantage of the increase in technological options.
This Congress has shown that innovation often tries to put students in a situation that simulates professional activity and it has provided a stimulus to continue working along these lines, also seeking excellence in the quality of future teaching projects. In this complex third decade of the 21st century, the work well done revealed by the information presented at this congress is the best evidence of what we have achieved, and of the ambition and professionalism of our involvement as teaching staff. Let us hope that everything we have learnt over the last few days has become a starting point, demonstrating our willpower and capacity to continue guiding our academic, intellectual and vital commitment.
Las directoras del Congreso, Victoria Villagrasa Sebastián, Mª Rosario García Bellido, Mª Fernanda Rey-Stolle Valcarce y Mª del Rocío Bonilla Quijada, elaboraron una serie de conclusiones que se resumen en los siguientes puntos:
Hemos asistido a una muestra del potencial de creatividad e innovación por parte de los participantes del congreso, con un conjunto de iniciativas y experiencias, ya contrastadas en las aulas, para introducir aspectos novedosos e imaginativos que contribuyen a los procesos de aprendizaje de los estudiantes de una forma enriquecedora. Una lectura relevante es que la "investigación en docencia" muestra su fertilidad. Apostar por la investigación e innovación en docencia se revela una fructífera inversión, si bien es verdad que tal y como se ha señalado estos días, es muy importante medir el impacto final de cada iniciativa innovadora para asegurarnos de que esa inversión ha merecido la pena.
El hecho de haber podido realizar este congreso en formato presencial ha permitido un intercambio de experiencias más directo entre los participantes nacionales e internacionales, ya que han asistido docentes de 15 países. Hemos podido recuperar en esta tercera edición ese contacto humano que tanto echábamos de menos en ediciones anteriores.
Debemos destacar que esta oleada de innovación encuentra especial sentido en un mundo en el que se debate cómo debe ser la docencia universitaria tras los cambios que supuso la generalización de la telemática con la pandemia y, más recientemente, la irrupción de la inteligencia artificial, ¿qué "valor añadido" podemos y debemos ofrecer en nuestras aulas para que el proceso de aprendizaje sea eficiente y adecuado en sus resultados, al tiempo que sea percibido y reconocido como una actividad valiosa para nuestros usuarios, tanto los estudiantes en primer término como el conjunto de la sociedad? Esta es una pregunta crucial. Pues bien, nuestro III Congreso acaba de evidenciar que la "inteligencia natural/humana" del profesorado está en perfectas condiciones de sacar el máximo partido de las nuevas herramientas tecnológicas, convertidas en útiles instrumentos. La inteligencia humana y profesionalidad deben ser la fuerza motriz de nuestra actividad, capaz de obtener el mejor partido de crecientes opciones tecnológicas.
Este Congreso ha evidenciado que la innovación en muchas ocasiones intenta poner al estudiante en una situación que simula la actividad profesional y ha servido de estímulo para seguir trabajando en esta línea, buscando además la excelencia en la calidad de los proyectos formativos futuros. En esta complicada tercera década del siglo XXI, el trabajo bien hecho que destilan las comunicaciones presentadas en este congreso es la mejor evidencia de dónde estamos, y de la ambición y solvencia de nuestra implicación como personal docente. Esperemos que todo lo aprendido en estos días nos sirva como punto de partida, de hacia dónde tenemos la firme voluntad y capacidad de seguir orientando nuestro compromiso académico, intelectual y vital.